insurgentes: Juicio a Menemdez

La Huella, marcando lo in-visible

(intervención urbana en el juicio histórico)

Vigilia.
Aguardar, expectante, que llegue el día. El fuego y los tambores nos juntan, y un día de justicia que ya empieza a asomar. La noche promete, recuerda, vigila. Vigilante vigilado, llegó el día... Un día que viene cruzando más de 30 años de lucha: organismos de derechos humanos, organizaciones sociales, partidos políticos; un logro del campo popular... esta vigilia busca apropiarse de los espacios y hacer públicas todas las actividades que en ese nefasto proceso se refugiaron en la clandestinidad... "porque un pueblo sin miedo, un pueblo que libre se expresa, no se puede gobernar..." Condenar el terrorismo de Estado.

Condenar, por eso mismo, el modelo económico que instaló la dictadura: el desmantelamiento de la salud, la educación pública... condenar esta miseria planificada, la desocupación, la estatización de la deuda privada, una operación delictiva ejecutada por empresas nacionales y extranjeras... Hablamos de cosas que no han cambiado nada, y hasta se han profundizado, no vamos a engañarnos... Números que no son sino la huella: una Deuda Externa que hacia 1975 era de 7.875 millones de dólares, hacia el final de la dictadura, en 1983, asciende a 45.087 millones... Una cultura devastada: antes de la dictadura se utilizaban, en el léxico común 70 mil palabras, y actualmente están en uso sólo 9 mil.Ayer con el terrorismo de estado pretendieron quitarnos la identidad, hoy en "democracia" con la exclusión social, la indiferencia y el individualismo pretenden desaparecernos... No desaparezcas...dejá tu huella...Huella que es también el grito, la identidad, el rastro... Huella que buscamos, que marcamos, que va trazando el camino... Todos podemos decir NO, cada uno es la trinchera, la resistencia.

Que todos dejemos la huella nos hace ser verdaderos constructores de historia, verdaderos transformadores de Realidad La dictadura quiso, pero no pudo.Pretendieron borrar todas las huellas, tomaron la fuerza del "estado" para hacerlo, pero no pudieron... Estamos imprimiendo nuestra huella, saliendo del anonimato, de la indiferencia, forjando nuestra identidad como agentes con poder de transformación, como también lo hicieron nuestros compañeros que luchaban por un mundo sin explotación ni opresión.

Dejar la huella es antagonizar con la realidad instaurada, develar lo invisible de esta época, como un proyecto teórico-político urgente: una intervención sobre lo cotidiano, que es otra manera de hacer el mundo. Creemos que el 'espectador' no es un receptor pasivo, si no un protagonista que participa activamente como productor y hacedor de la obra, discutiéndola, resignificándola, porque forma parte de un infinito diálogo con aquello que irrumpe y transforma la obra que crece y se enriquece colectivamente: un diálogo que destierra la autoridad de un solo hacedor...

Disparar contra el sentido común, disputar el sentido de esta realidad estereotipada; ganar y habitar el campo de la percepción como campo de batalla, y la construcción de los discursos como campo de lucha: "donde lo a lo que llaman aciertos son errores, los que reconocen como errores son crímenes, y lo que omiten son calamidades".

AYER COMO HOY

A Luciano Benjamín Menéndez y los genocidas