martes, 10 de febrero de 2009

Imprenta de los Pueblos vs publicidad callejera.



¿Qué hacer?



Violencia física, violencia simbólica y el cotidiano sometimiento perceptual en el que estamos inmersos, es preciso comenzar por entender qué es lo que genera dicha violencia.

Es necesario ver y entender la lógica de los medios masivos y sus herramientas publicitarias al servicio de voluntades ajenas a nosotros, voluntades orientadoras de la visión que pretenden instaurar una matriz única de percepción.

Quedamos encerrados en una sola forma de vida, único modelo de pensamiento desde el cual el mundo se expone hacia nosotros.

Poner en juego el debate real, no en contra o a favor de la técnica, (ni apocalípticos, ni integrados), hoy no podemos negar de su existencia ni mucho menos su rol como fenómeno social.

Decimos nuevamente, generar un debate real, para dejar en claro la persuasión que esta lógica mediática ejerce sobre los idólatras del fetiche consumista. Una lógica que se esconde, muta sus formas a una especie de religión de nuevo tipo, que para mantenerse y crecer crea, de manera cuasi inquisitoria un canon, una imagen, un modelo de pensamiento único.

No pensamos a este mecanismo ni a su funcionamiento como por arte casual, engranajes bien aceitados, hacen funcionar a este sistema. Saturación visual, bombardeo constante de la imagen., necesidades creadas, lógica publicitaria. Creando una fuerza de choque perceptual, policía de los símbolos. La policía de los símbolos combate nuestra imaginación simbólica destruyendo al sujeto social, a su capacidad crítica, y a la posibilidad de construir ideologías perdurables.

No con violencia física sino a través de la impotencia de crear otras visibilidades nace una sociedad tuerta que deja afuera de nuestra perspectiva visual un cierto rango de invisibilidades. Sólo podemos ver el régimen ocular hegemónico.

En la medida en que el instinto visual no es refinado, en la medida en que los órganos de la observación no son puestos a punto, nuestro sentido de la vista, nuestra capacidad de acción se degrada y, en última instancia, se reseca.

Necesario es acentuar nuestra capacidad y la habilidad de inferir en el campo de lo visual, lo rutinario, y develar lo invisible de nuestra época.

Enmarcado en este contexto, en este cuadro situacional, surge, urge la necesidad de construir alternativas, irrumpir en esta “realidad estereotipada”, interpelar al sentido común, develar lo invisible de nuestra época, atacar a la médula de este consumismo voraz, transformando los no-lugares, apropiarnos de sus armas y resignificarlas.

Lo primordial, además de tener en claro ciertos conceptos, es dejar de lado al escepticismo, a la indiferencia, saltar, salir del atelier-torre de marfil y hacer praxis del discurso, de conceptos que se enriquecen dialécticamente a medida que nos embebemos en el medio. Utilizar la potencialidad crítica del arte para disputar en el sentido común y construir una cultura para todos, una cultura liberadora.


Imprenta de los pueblos
vs
Publicidad Callejera.



Saturación visual, bombardeo constante de la imagen, y lo impersonal, usurpación de lo público con lo privado, el vacío generado por la impersonalidad gráfica que “cambia” según la agenda de la oferta y la demanda. Cada vez más grandes, más sofisticadas son sus armas, ya casi ningún lugar escapa a la renta publicitaria, degradando, degenerando cada lugar, cambiándolo, vaciándolo de historia ,llevándolo al abismo, hacia el barrio ciudad del no-lugar. No-lugar es consumo, es la no-relación, es la no historia común, es la no historia común.

Todo esto tiende, apunta a sumergirnos en un mundo de individualidades, de acciones efímeras que varían o pueden ser cambiadas como la programación televisiva. Pero aún esto es socialmente aceptado.

Nuestras calles…las que en los sesenta develaron consignas, las que llenaron de mística, de revolución, nuestras calles…hoy empapeladas a diario, capa y capa de consumo. Ferrite rojo, amarillo y negro, imprimieron nuestras calles con consignas de mil luchas, llenaron de combatividad, de Cordobazo, de la Patria Socialista, de Tosco-Jaime, de libertad a los presos políticos, de unidad de los que luchan; llenaron de pueblo…

…Hoy sometidos por la violencia simbólica, violencia de la imagen, así concebida, configura a la percepción humana como campo de batalla, y mi necesidad, la nuestra, de disputar este espacio, de ocupar, hacer nacer nuevos discursos visuales contrahegemónicos, como prácticas político-culturales, de enfrentamiento, oposición, y resistencia a la cultura dominante, como una cultura integral, y superadora.

Junto todas mis armas para disparar subjetividad, me remonto al ayer, utilizo, resignifico los recursos, discursos para enmarcarlos en el hoy, en nuestro contexto. Busco en mi expresión liberarme, y liberar, asumirme en la actitud de un arte determinado por el presente, tomar posesión de esta realidad y asumir una concepción antropológica (y por antropológica, política).

Apuntar hacia la gráfica, transformarla, liberar a la pintura de lo accesorio para descubrir en ella su real esencia lingüística. Generar un concepto firme de los materiales, los soportes, del ayer, del hoy. Tarros de ferrite, engrudo de pegatina, y mi bicicleta como atelier ambulante.

Mi técnica, la táctica, es la guerra de guerrillas, escoger el lugar de combate en una acción cuasi-nómade, gozo de las ventajas de la movilidad, lejos de la “actitud rica”, de un arte complejo, ligada a posibilidades instrumentales e informacionalmente moldeadas.

Veo a mi obra, como la trinchera, la resistencia, y por las noches, en cada batalla, hacer hablar de nuevo las paredes. Apropiarme de lo propio, ocupar nuestro espacio, resignificar sus discursos y que vuelva a estallar nuestra impronta, nuestra imprenta.

Veo a mi obra, a nuestro arte, no como abanico, sí como pistola.

un Insurgente...


"no te quedes en tu casa respondé"



“Jubilados violentos, robando entre todos destruyendo futuro, no a las patotas de la terecera edad"… las nuevas consignas de los carteles del p.j. en el marco de la ley de reforma provisional, y el vaciamiento de la caja de jubilaciones….
Cartel… “desgarrando lógica de consumo transformando nolugar”...

“Te someten en tu mundo... Todos quieren ganara, vender, imponer el control”…


“no al medio… pase, cuota, lleve, compre,”
“Que no te devore tu consumo… cultura global cultura del mc combo”
“La inseguridad visual q te genera este silencio”…

“Programación alineación… todo ellos quieren callarte”…
¿Dictadura perceptual?...
“La fiesta, el pan y el circo”…












Panorámica de intervención , aproximada mente 40 metros de carteles…




“Firma” R tachada… prima el concepto de la No autoría de obra, de obra colectiva, enarcada, creada en un contexto, interpelada por el medio, resignificada, transformada por este… la “NO marca registrada”…

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